Alessandro Baricco Citas famosas

Última actualización : 5 de septiembre de 2024

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Alessandro Baricco
  • Esta es la orilla del mar. Ni tierra ni mar. Es un lugar que no existe.

  • Di el mar. Di el mar. Di el mar. Para que tal vez una gota de esa magia pueda vagar a través del tiempo, y algo pueda encontrarla y salvarla antes de que desaparezca para siempre. Di el mar. Porque es lo que nos queda. Porque frente al mar, nosotros sin cruces, sin magia, debemos tener todavía un arma, algo, para no morir en silencio, eso es todo.

  • Quizás a veces la vida te muestre un lado de sí misma que te deja sin nada más que decir.

  • La última luz, en la última ventana, se apagó. Solo la máquina imparable del mar aún desgarra el silencio con la explosión cíclica de olas nocturnas, recuerdos lejanos de tormentas sonámbulas y los naufragios del sueño.

  • Morir de añoranza por algo que nunca experimentarás

  • Estabas muerto.'Ella dijo. 'Y en todo el mundo no quedaba nada hermoso.

  • ... era uno de esos hombres a los que les gusta ser observadores de sus propias vidas ... tales personas observan su destino de la misma manera que la mayoría de las personas tienden a observar un día lluvioso.

  • Como ocho años antes, se iba ... reescribir su destino de manera ordenada.

  • Lee el vuelo de tu flecha si quieres saber tu futuro.

  • Las razones se olvidan.

  • No te amé por aburrimiento, soledad o capricho. Te amé porque el deseo por ti era más fuerte que cualquier felicidad.

  • Es un dolor extraño…morir de nostalgia por algo que nunca viviste.

  • Estamos llenos de palabras cuyo verdadero significado no nos han enseñado, y una de esas palabras es sufrimiento. Otra es la palabra muerte. No sabemos qué significan, pero los usamos, y esto es un misterio.

  • No hay nada que pueda, en la oscuridad, hacerse realidad

  • Ella no tenía realmente un alma sensible, pero para decirlo en términos exactos, estaba poseída por un sentimiento mental incontrolable.

  • ¿Tienes hijos? ella preguntó. No. ¿Por qué? El hombre respondió que había que tener fe en el mundo para tener hijos.

  • Como ves, no es que no conozca mi propia mente, la conozco muy bien, pero solo hasta cierto punto en el asunto. Sé perfectamente cuál es la pregunta. Es la respuesta que quiero.

  • Las resoluciones definitivas se toman siempre y solo en un estado mental que no está destinado a durar.