Kevin Brockmeier Citas famosas

Última actualización : 5 de septiembre de 2024

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Kevin Brockmeier
  • Hay momentos en tu vida en los que, a pesar del peso de acero de tus recuerdos y la tristeza que parece estar a tus pies como una sombra, de repente y extrañamente te sientes perfectamente bien.

  • A veces imaginas que todo podría haber sido diferente para ti, que si tan solo hubieras hecho lo correcto un día cuando elegiste ir a la izquierda, estarías viviendo una vida que nunca podrías haber anticipado. Pero en otras ocasiones piensas que no había otro camino a seguir, que siempre estabas obligado a terminar exactamente donde lo has hecho.

  • Cualquiera que haya experimentado el amor sabe que puedes tener demasiado o muy poco. Puedes tener amor que reseca, amor que derrota. Puedes medir el amor en las proporciones equivocadas. Es como la luz del sol y el agua: el tipo incorrecto de amor tiene la misma probabilidad de sofocar la esperanza que de nutrirla.

  • La gente que lee a Anne Lamott, como la gente que lee a Anne Rice, cree que la tragedia es romántica, pero la gente que lee a Anne Lamott lo cree irónicamente.

  • Con cada frase que escribe, Davis refresca los sentidos. Sus novelas logran un tono diferente al de cualquier otra persona, creando una atmósfera que no interpretas tanto como respiras.

  • La preocupación es un enano mezquino que late en tu corazón como un timbal.

  • Los vivos nos llevan dentro como perlas. Sobrevivimos solo mientras nos recuerden.

  • A veces se elevaban dentro de ella, estos momentos de feroz felicidad, encendiéndose de su propia sustancia como una chispa que enciende un montículo de hierba. Era una alegría estar viva, una alegría extraña y salvaje, y ella se quedó allí en el calor y la destrucción sabiendo que no podía durar.

  • Soñar era mà ¡s fà ¡cil que gritar, y gritar era mà ¡s fà ¡cil que preocuparse, y preocuparse era mà ¡s fà ¡cil que llorar, que era a lo que ella sabÃa que se reducirÃa si no se vigilaba a sà misma.

  • No se podía presumir que la gente estuviera sana. No se podía suponer que darían la bienvenida a los pequeños empujones y empujones de la vida. Tenías que comportarte como si todos los que conocieras estuvieran caminando por un delgado cable muy por encima de la tierra, donde el más mínimo viento podría desequilibrarlos y hacerlos caer al suelo.

  • Es como si nacieras con todas estas bendiciones, solo que no te das cuenta de que son bendiciones hasta que las pierdes. Y si eres lo suficientemente testarudo, como yo, ni siquiera te das cuenta de que los has perdido, no hasta que vuelven a ti.

  • Ella tenía la misma responsabilidad que todos los demás: vivir tan suavemente como pudiera en el mundo.

  • ¿Con qué frecuencia, te preguntas, la dirección de tu vida ha sido moldeada por tales malentendidos? ¿Cuántas oportunidades se le han negado, o, para el caso, otorgado, porque alguien no lo vio adecuadamente? ¿Cuántos amigos has perdido, cuántos has ganado, porque vislumbraron algún elemento de tu personalidad que brilló solo por un instante y en circunstancias que nunca pudiste reproducir? Una ilusión de agua brillando en la curva más alejada de una carretera.

  • Tienes una teoría favorita, una que has estado dando vueltas durante años, de que la vida misma es una especie de dispositivo de Rube Goldberg, una máquina extremadamente complicada diseñada para llevar a cabo la tarea extremadamente simple de construir tu alma.

  • Recuerdas tener amigos que solían satirizar al mundo sin esfuerzo, agachándose al borde de cada broma y esperando para abalanzarse sobre ella, y recuerdas cómo cambiaron a medida que crecían y la alegría de cuestionar todo se transformó lentamente en el dolor de cuestionar todo, como una estrella consumiendo su propio núcleo.

  • ...Cuando mueres, la energía que te mantuvo vivo se filtra en las personas que amabas. ¿Sabías eso? Es como un fuego que has tendido toda tu vida, y las chispas se esparcen por el viento.... Por eso sobrevivimos tanto como sobrevivimos, porque las personas que nos amaron nos mantienen en marcha.

  • No había nadie vivo que no contribuyera con su parte de misterio al mundo.

  • ¿Quién fue el que dijo que toda virtud contiene su correspondiente vicio? ¿C. S. Lewis? ¿Virginia Woolf? Te olvidas. Pero siempre te ha preocupado que lo que contenía la virtud del ingenio fuera el vicio del desprecio.

  • Una canción exitosa viene a cantarse dentro del oyente. Es celular y sísmica, una ola que se une en la mente y en la carne. Hay un mensaje afuera y un mensaje adentro, y esos mensajes son lo mismo, como las palmaditas y el ruido sordo de dos latidos del corazón, uno dentro de ti, otro alrededor. El mensaje de la canción de cuna es que está bien oscurecer los ojos por un tiempo, perderte de vista mientras duermes y creces: si te desvías, dice, llegarás a la orilla: si te caes, caerás en su lugar.

  • Escribo por gratitud por todos los libros que he amado a lo largo de los años.